El Foro Económico Mundial estima que la reutilización podría alcanzar hasta el 70% del consumo para 2030.
El envase primario es el que utiliza el consumidor final. Por lo tanto, también pueden contener productos alimenticios, cosméticos o detergentes.
Se encuentran tanto en retail (supermercados) como en restauración comercial y colectiva o incluso durante eventos.
Pueden ser ollas, tarros, botellas, frascos, tuppers, tazas, recipientes gastronorm... que pueden ser de cristal, acero inoxidable o plástico reutilizable.
Ejemplo: diagrama operativo para un restaurante
Aquí, un pooler proporciona al consumidor final un medio para gestionar su depósito, así como puntos de recogida para simplificar su experiencia y facilitar su adopción de este nuevo modo de consumo.
Un logístico, que puede ser ETERNITY Systems o un socio de su elección, luego recoge todos los contenedores y envases sucios a través de una logística urbana adaptada para llevarlos a un punto de masificación.
Posteriormente, recogemos estos envases para llevarlos a nuestros centros de lavado industrial regionales para clasificarlos, controlarlos, lavarlos, desinfectarlos, secarlos y reenvasarlos según las necesidades de los futuros envasadores, ya sean productores, fabricantes o restauradores. ¡Los envases limpios y acondicionados se almacenan o se envían directamente para un nuevo ciclo!
Dado que el envase está en contacto directo con los productos terminados consumidos, se aplican las más estrictas condiciones sanitarias durante todo el ciclo.
También hemos desarrollado una experiencia especial en el control de las restricciones de calidad y seguridad para garantizar la compatibilidad alimentaria de los envases que lavamos.
Cada uno de nuestros sitios sigue un enfoque HACCP e ISO.
A esto se suman las pruebas periódicas internas y externas bacteriológicas, de patógenos y alérgenos.